En Monterrey (México) hay racionamiento de agua, Santiago de Chile está cambiando sus plantas ornamentales y en Panamá construyen pozos por cientos. O nos adaptamos o nos quedaremos sin beber.
Varios años consecutivos con escasez de lluvias llevaron a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) de México a decretar el martes 13 de julio la emergencia por sequía. Con esta medida, se pueden tomar decisiones que permitan enfrentar un escenario que afecta especialmente a la franja norte del país, con Monterrey como ejemplo más patente de la tragedia. La segunda ciudad más poblada tiene sus reservas en mínimos históricos y el uso humano se está viendo fuertemente restringido.
La sequía es, sin embargo, un fenómeno que se repite en todo el continente. Chile, Argentina, Brasil, Uruguay, Bolivia, Panamá y algunas regiones de Ecuador y Colombia se enfrentan a un problema que tiene mucho que ver con el cambio climático, pero también con la falta de medidas para enfrentar el desafío. Europa no está ajena a esto, y Portugal, Italia, Alemania y otros países viven crisis hídricas como pocas veces antes en su historia.